Universidad Sancti Spiritus. Oñati.

Esta universidad está ubicada en Oñati, el pueblo donde nací. Me parece muy importante que la gente conozca esta universidad, ya que durante los años 1540 y 1901 fue la única universidad que funcionó en el País Vasco.

Fue concebida y costeada por el obispo oñatiarra Don Rodrigo Sáez de Mercado de Zuazola, humanista y de amplia formación, en 1540 bajo el nombre de Universidad de Sancti Spiritus. Zuazola decidió fundar una institución universitaria que formara letrados de Oñati y "de toda la tierra vascongada". En esta obra, que cuidadosamente colocó bajo el patronazgo del emperador Carlos I, puso todo su afán y fortuna. La Universidad funcionó desde 1542 hasta 1901, impartiendo los grados de Teología, Cánones, Leyes y Medicina.

La universidad fue estrictamente católica hasta que en 1869, tras la Revolución de 1868, albergó la Universidad Libre. Más adelante pasó a manos de los carlistas, quienes fundaron la Real y Pontifica Universidad Vasco-Navarro. A finales del siglo se convirtió en la Universidad libre católica, pero la institución cerró sus puertas en 1901, dejando al País Vasco sin universidades hasta que fundaron la Universidad de Deusto en Bilbao. En la actualidad, desde 1989, el edificio acoge el Instituto Internacional de Sociología Jurídica (IISJ).

El edificio constituye uno de los renacentistas más notables del País Vasco. Consta de un patio central, planta baja y planta primera. Tiene una planta cuadrada articulada en torno a un magnífico patio central, el cual distribuye en su planta baja la capilla, las aulas, la cocina y el refectorio y en su planta superior los dormitorios y el aula magna.

Se trata de una construcción de doble arquería de medio punto, con sobreclaustro abalaustrado, gárgolas de tradición gótica en los aleros y enjutas decoradas con escudos y medallones que portan efigies por parejas de figuras históricas y mitológicas, sin faltar los emperadores Carlos I y su esposa Isabel de Portugal.

Sobre el césped central una escultura de Jorge Oteiza titulada La tierra y la Luna.

La fachada fue levantada por Pierre Picart en torno a 1546. Se construyó primero la portada central con la entrada principal. A ambos lados se añadieron sendos pilastrones esculpidos con figuras de bulto, relieves y columnillas, y prolongados con torrecillas.

Otros dos pilastrones de similar traza se sitúan en los esquinales de cada torre lateral, que son un piso más altas que el cuerpo principal. Las cuatro torrecillas así como los restantes seis vértices de las aguas de los tejados de los cubos laterales son rematadas por figuras de guerreros.

En 1931 el edificio fue declarado Monumento Histórico-Artístico Nacional. Es Bien de Interés Cultural.